
Dar azotes, collejas, cachetadas, insultar o mofarse del niño era una práctica habitual de disciplinar antiguamente. ¿Era la correcta? En los últimos años diversos estudios psicológicos como éste de la Universidad de Manitoba en Canadá que publica Psychcentral.com han demostrado que individuos que han sido castigados con violencia fÃsica y verbal en la infancia tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos mentales, como ansiedad, depresión o disfunción de la personalidad. Bien es cierto que en ocasiones en las que nuestro hijo nos hace perder la paciencia, nos gustarÃa darle un azote, pero si aún tienes dudas de porqué no deberÃas hacerlo, te presentamos 7 razones que seguramente te convencerán. Tú decides, ¿castigo fÃsico (o verbal) u otras alternativas?
Enseña la ‘ley del más fuerte’
Dar un azote a tu hijo le muestra que ser el “más fuerte” es lo correcto. Cuando utilizamos el castigo fÃsico para señalar a un niño que ha hecho algo mal, le estamos diciendo que el más grande y más fuerte decide lo que está bien y lo que está mal. ¿Qué ocurrirá cuando sea mayor? Probablemente, abusará de su poder cuando considere que está a ante una persona más débil, sÃntoma de una falta de empatÃa y de educación en emociones.
Es ejemplo de solución con violencia
“La violencia es una buena solución a los problemas de la vida”, eso es lo que le estás diciendo a tu hijo cada vez que la das un azote. A fin de cuentas, castigar fÃsica o verbalmente es una forma de intimidar, un modelo basado en la agresión y poca reflexión con el que el niño aprenderá que generar miedo es el modo adecuado para que los demás hagan las cosas a su manera.
No corrige el mal comportamiento
Piensa un momento: Al dar un azote al niño porque ha hecho ‘algo mal’, no le estás enseñando el comportamiento adecuado, no le estás señalando de ninguna forma que deberÃa haber hecho. Tampoco vale con pegarle y después decirle cuál es la conducta buena porque el niño estará asustado. Tal y como señala el Doctor Bruce Lipton, reconocido biólogo celular estadounidense, el miedo no ayuda a aprender porque este sentimiento provoca nuestro instinto de huida y la adrenalina y el cortisol que generamos inunda nuestra sangre y cerebro. De este modo, la parte del cerebro con la que reflexionamos queda bloqueada por la parte cerebral instintiva.
Provoca baja autoestima
Debes tener en cuenta que tú eres su modelo a seguir y su figura protectora. Si le pegas, cabe suponer que el niño se preguntará lo siguiente: “¿Hay algo malo en mÃ?. Buscando una aprobación que no llega tenderá a pensar que hace siempre las cosas mal y que no vale nada. El autoestima es algo sumamente importante a la par que delicado. Si quieres que tu hijo sea feliz en la vida, debes fomentar que tenga un buen autoestima.
Genera problemas de comunicación y sociabilidad
Con los azotes, vuestra relación se basará en el miedo y no en el respeto, lo que a la larga puede crear incomunicación y un profundo resentimiento de tu hijo hacia ti. Además, el castigo con violencia hace que el niño no confÃe en las personas, lo que le convertirá en un adulto con tendencia a aislarse y en consecuencia, con problemas de adaptación social.
Tiene un efecto limitado
Si le das azotes, lo más probable es que tu hijo se comporte bien delante tuyo por miedo pero seguramente su comportamiento será inadecuado cuando tú no le veas. Y entonces, ¿de qué sirve haberle castigado? De nada, no habrás solucionado el problema. Además, si aplicas el castigo fÃsico con frecuencia, el niño se acostumbrará y corres el riesgo de que desarrolle problemas de autocontrol pegando e insultando a otros niños u incluso a ti mismo.
Fomenta problemas de aprendizaje
El miedo a fallar también se desarrolla aplicando este tipo de modelo castigo. Le harás dependiente a la supuesta “correcta” opinión de los demás, lo que limitará su autonomÃa viéndose incapaz de tomar decisiones por ‘no querer cometer un error’. Asà mismo tendrá problemas a la hora de aprender porque cortarás su iniciativa y su curiosidad. Si la figura de autoridad no le dice qué debe hacer, él/ella no lo hará.
¿Estás de acuerdo con estas 7 razones o crees que de vez en cuando es necesario dar azotes a los hijos? ¿Crees que el castigo fÃsico o verbal a veces es un modelo idóneo para disciplinar?
PhotoCredits: Geishaboy500