
El chupete es beneficioso para los bebés, entre otras cosas porque reduce el riesgo de muerte súbita. Sin embargo, a medida que el niño crece deja de ser útil y se convierte en un hábito. Numerosos médicos como los de la Academia Americana de PediatrÃa y la Academia Americana de Médicos de Familia recomiendan limitar el uso del chupete a partir de los 6 meses de edad para reducir, sobre todo, el riesgo de infecciones y alteraciones en los dientes. Pero esto no suele ser lo habitual. Muchos niños no abandonan el chupete hasta preescolar, momento en el que rozan los 2 años. Y es que no es nada fácil “desengancharles” de este objeto. ¿Por qué les cuesta tanto desprenderse de él? ¿Qué podemos hacer los padres para ayudarles?
A los adultos nos resulta difÃcil entender la dependencia de los niños al chupete. Pero si lo piensas detenidamente, no es tan raro. Esta cosita, aparentemente insustancial, acompaña a tu hijo desde la cuna y le calma en situaciones de estrés. Imagina por un momento que tú también tuvieras un objeto al que recurrir en circunstancias similares, ¿no te sentirÃas perdido cuando de pronto no pudieras seguir usándolo?
Riesgos
Es un nido de gérmenes: Además de producir úlceras en la boca por el roce constante del chupete con el paladar es el responsable de frecuentes otitis según explica la pediatra Marjo Niemelä en este artÃculo de la web médica MD.
Acarrea problemas dentales: Las malformaciones son reversibles si el niño deja de usarlo antes de los 3 años. La Sociedad Española de OdontopediatrÃa comenta: “Cuando un niño se introduce la tetina en la boca, los dientes centrales inferiores se desvÃan paulatinamente hacia dentro, mientras que los que se encuentran en el maxilar superior, tienden a separarse y a sobresalir hacia fuera (dientes de conejo). Además, succionar pone en funcionamiento una serie de músculos de la cara que, junto con la posición de la lengua, hacen que, las lÃneas superiores e inferiores pierdan su paralelismo (mordida cruzada)”.
Interfiere en el habla: Algunos estudios como Boshart establecen que perjudica el desarrollo del lenguaje. Si tu hijo tiene a menudo el chupete en la boca, es menos propensos a balbucear y a practicar el habla, además de que distorsiona el sonido de las palabras cuando las dice.
Trucos para ayudarle a dejar el chupete
Para no generar el hábito, los médicos recomiendan quitárselo al niño lo antes posible. Los bebés se acostumbran a protestar con tal de aliviar su disgusto con el chupete. Cuanto más pequeño es el niño, menos puede expresar su disgusto y negociar con palabras. Eso hace que la transición sea más simple y fácil. Pero, ¿y si ya es demasiado tarde y el niño es mayor? La web Babycenter recomienda lo siguiente:
Decir “no”: Tú eres el padre y tú tienes el poder de quitarle el chupete. No dejes que el niño te chantajee psicológicamente. Piensa que es por su bien y que cuanto más lo prolongues peor será para él.
Que tenga mal sabor: Hay personas que se echan esmalte amargo en las uñas para dejar de mordérselas, ¿no? Pues este método también funciona para separar a los niños del chupete. Pregunta en la farmacia por productos especiales destinados a este fin.
Hacerle sentir mayor: TransmÃtele la idea de que los niños mayores no usan chupete y que el suyo debe donarlo a los nuevos bebés que nacen. Esta estrategia puede ser de gran ayuda si tienes un hijo más pequeño que aún va usarlo durante un tiempo.
Eliminarlo poco a poco: El niño puede llevarse un gran disgusto si se lo quitas de sopetón. Tú eres quien mejor conoce a tu hijo, si sabes que va a reaccionar asÃ, lo mejor es que limites el chupete a un momento del dÃa (por ejemplo, la hora de acostarse) o en ciertos lugares (como la cuna).
Perderlo: Este truco puede ayudarte hasta a ti. La próxima vez que estés buscando el chupete de tu hijo como un loco, para. Si se pierde que se pierda. Puede que durante dÃas el niño lo busque pero pronto centrará su atención en otra actividad que le resulte más entretenida.
Dárselo a un ser mágico: Los Reyes Magos, el Hada de los chupetes, el Ratoncito Pérez… da igual el que sea. La cuestión es que comprenda que lo tiene que entregar y que incluso por este gesto, recibirá un juguete de niño mayor. Además, no podrá echarte la culpa de quitarle su bien más preciado.
Leerle un libro: La hora del cuento es un momento maravilloso para compartir con tus hijos y fomentar su amor por la lectura, pero también se puede utilizar leer historias que inspiren un comportamiento y ayudar a los niños a sobrellevar los cambios – en este caso renunciar al chupete. Prueba con tÃtulos como: ‘Quiero mi chupete’ de Antonia Ródenas (Colección Sopa de Letras. Editorial Anaya) o ¡Adiós, Chupete! de Patricia Geis (Colección Buenos Hábitos. Editorial Combel).
¿Has logrado que tu hijo deje de usar el chupete? ¿Cómo lo has conseguido?
Photo Credits: Donnie Ray Jones