
A la mayorÃa de los niños les chiflan las chuches y evitar que coman muchas parece una tarea complicada. Más, si tenemos en cuenta que se acerca la Navidad, tiempo de exceso en las comidas, en el que será difÃcil que los padres prediquemos con el ejemplo. Sin embargo, no es imposible mantener una dieta saludable en estas fechas. Es una cuestión de tener (y enseñar) autocontrol. A continuación te damos cinco consejos para que ni tú ni ellos os paséis de la raya.
Los bebés saben controlar su apetito; comen cuando tienen hambre y paran de comer cuando están llenos. Pero esta habilidad innata no dura mucho. Los niños descubren pronto que un brownie sabe mejor que el brócoli, que los gusanitos son mejores que la fruta y que los refrescos son más divertidos que la leche. Visto asÃ, ¿cómo no van a querer comida basura tengan o no tengan hambre?
Los niños, especialmente los más pequeños, carecen de autocontrol y buscan en la comida satisfacción inmediata. Nosotros, como adultos, sabemos que tener fuerza de voluntad es difÃcil. Ponerse lÃmites en un mundo donde estamos constantemente incitados a comer alimentos con azúcar y grasa es agotador pero por salud, vale la pena intentarlo.
El truco está en ayudar a los niños a reconocer cuando tienen hambre, enseñarles a manifestarlo y no vigilar constantemente lo que comen. Si te conviertes en ‘el policÃa de la comida’, tú estarás tomando las decisiones por él y puede que eso derive en que elija comer en exceso cuando no le estás mirando.
Cómo enseñar fuerza de voluntad
“El autocontrol es muy parecido a un músculo; cuanto más lo usas, más fuerte es”, dice el psicólogo Roy Baumeister, experto en el tema. La revista Psychosomatic Medicine: Journal of Biobehavioral Medicine también sugiere en un estudio que “llevar un estilo de vida saludable ayuda a que el cerebro ponga lÃmites al instinto” y que ciertos ambientes ayudan a reducir la tentación de comer en exceso.
A continuación te damos 5 consejos para evitar que tus hijos coman muchas chuches:
Planifica las comidas: Es más fácil que caiga en la tentación de comer chuches cuando tiene hambre. Asegúrate de que en su dieta incluyes las proteÃnas adecuadas (lácteos, carne y pescado, legumbres, huevos) y alimentos ricos en fibra como frutas, verduras y cereales. Estos últimos tienen un efecto saciante que hará que tus hijos se sientan llenos durante más tiempo, asà que pueden ser un buen sustitutivo para las golosinas. Lleva siempre contigo plátanos y manzanas o cajas de cereales pequeñas y haz que las vean como chuches. Son alimentos que están muy ricos e ideales para que “piquen entre horas”.
Respeta las horas de sueño: La mayorÃa de los nutricionistas apuntan que si se duerme las horas necesarias, se come mejor. Es más fácil tener autocontrol cuando se está descansado. Establece un horario para ir a la cama y de un modo divertido, haz que lo respeten, por ejemplo, leyéndoles un cuento antes de acostarse.
Limita las raciones: Si quiere galletas, dale galletas pero dile que serán dos en vez de seis. De este modo, le pondrás un lÃmite, le enseñarás a controlarse a sà mismo y fortalecerás su fuerza de voluntad.
Educa fuera de casa: Otros niños y adultos (por ejemplo, los abuelos) influyen en lo que come tu hijo. Fuera de casa es más fácil que los pequeños se inflen a dulces. Deja que coma pero dile cómo hacerlo con moderación. Por ejemplo, coge la bolsa de chuches y dile: “¿Cuáles son tus dos chuches favoritas de la bolsa? Cógelas y las demás, las guardamos, ¿vale?”. Además, sugiere a tus familiares y otros papás que en estas fiestas navideñas o en celebraciones de cumpleaños sirvan alimentos sanos presentados de forma divertida. ExplÃcales que no estás en contra de las golosinas pero que quieres enseñar al niño a autocontrolarse a la hora de consumirlas.
Establece un horario de comidas: La fuerza de voluntad es limitada. Durante el dÃa, tú y tus hijos hacéis cosas que no os gusta hacer pero que debéis hacer: levantaros temprano, hacer los deberes, etc. Estas actividades agotan vuestra capacidad de autolimitación y si estáis estresados comeréis de más buscando satisfacción en la comida. Es como si el cerebro dijera: “Has trabajado mucho hoy, date un capricho”. Para evitar esto, lo mejor es establecer unos horarios para las comidas y respetarlos siempre para asociar comer a rutina. Asegúrate, además, que os tomáis el tiempo suficiente (¡nada de prisas!) y os sentáis a la mesa. Y bajo ningún concepto uses las chuches como premio.
En resumen, no se trata de prohibir las chuches sino de enseñar a los niños a comerlas con moderación creando unos hábitos de alimentación sana y un ambiente favorable. Puedes incluso motivarle a comer bien explicándole de dónde vienen los alimentos con Barriguitas o convertirle en un pequeño chef con Comiditas Famoplay. Pero sobre todo, confÃa en tu hijo, no le controles.
¿Tienes algún truco para evitar que tu hijo coma muchas chuches? ¡Cuéntanoslo!