
El miedo es una reacción natural que experimentamos cuando nos sentimos inseguros o vulnerables. Es la forma que tiene la mente y el cuerpo de protegernos, de ponernos en alerta ante el peligro. El miedo puede ser pasajero como el que sienten la mayorÃa de los niños (ante la oscuridad, a quedarse solos y a feas criaturas imaginarias). Pero con la ayuda de los padres y a medida que van madurando, dejan de existir. Sin embargo, hay otro tipo de miedo más peligroso: el que nunca acaba y además produce ansiedad y fobias. Un estudio reciente, publicado en Nature Neuroscience, asegura que el miedo, muchas veces es contagioso. Se transmite de padres a hijos a través de la genética y también de sus palabras, comportamiento y creencias. Si tu hija tiene miedo a las arañas por ejemplo o se esconde cada vez que truena, lo más probable es que tu tengas algo que ver. Aquà te contamos cómo superar los miedos y evitar contagiar a los niños de los tuyos.
Todo lo que somos, decimos y hacemos tiene un gran impacto en nuestros hijos. Transmitimos nuestra personalidad y estilo de vida, nuestras emociones, formas de reaccionar, creencias y palabras. Y también nuestros miedos.
Ya sea el miedo a cambiar de colegio, miedo al agua o a lo nuevo y diferente, debemos intentar, a toda costa, eliminarlos para que nuestros hijos se sientan libres de aquello que les pueda impedir tomar buenas decisiones, tener una buena auto estima y que sean más independientes y tolerantes. Pero primero, habrÃa que evaluar qué miedos sentimos nosotros y de dónde vienen.
Ten Cuidado con lo que Dices. Los padres que usan las palabras NO y TEN CUIDADO con demasiada frecuencia acaban teniendo hijos con miedos a probar cosas nuevas o que se ponen nerviosos cada vez que lo intentan. Procura utilizar más las palabras SI e INTENTALO OTRA VEZ.
Cuando tu hija confiesa que siente miedo, procura no ignorarlo ni reÃrte de ello, por muy absurdo que nos parezca (monstruos debajo de la cama, fantasmas en el armario).  Esto solo hará aumentar su nivel de ansiedad y a reducir su auto-estima.
Los expertos recomiendan convertirte en su cómplice y hablar con ella acerca de este miedo. Muchas veces, solo el hecho de hablar ayuda a apaciguar temores y descubrir de dónde provienen nuestros temores. Si tus hijos tienen miedo al dentista, lee este interesante artÃculo para saber cómo los miedos se pueden contagiar.
Un buen ejemplo. Ayudar a tu hijo a superar sus miedos es más fácil si entre vosotros hay una conexión cercana. Quieras o no, tu eres el ejemplo a seguir. Si algo te da miedo, seguramente tu hijo también lo tendrá.
Los niños que tienen miedo a los insectos o a los truenos por ejemplo, se debe a que probablemente hayan visto a sus padres gritar al verlos o huir corriendo al escucharlos. Pero hay actitudes o comportamientos que son mejor no compartir. HabrÃa  que preparar a nuestros hijos a enfrentarse a cualquier situación.  Y para ello, hay que empezar a quitarnos miedos.
Quitando Miedos. Muchos padres evitan situaciones (que se alejen mucho, que se adentren en el mar, que jueguen en el barro…) que consideran peligrosas o con un cierto riesgo. Sin embargo, esto puede lograr justamente lo contrario. Sabemos que no todos los insectos, por ejemplo, atacan y que por ello puedes morir pero hay gente que lo vive asÃ.
Si tu hijo siente miedo a los bichos, en lugar de evitarlos, es mejor que se familiarice con ellos poco a poco. Muéstrale fotos o pelÃculas de bichos amables. Descúbrelos en el parque, aunque sea de lejos. Juntos, podéis leer libros o navegar por internet para aprender más. Cuanta más información se tenga, mas se reducen los miedos.
Combatir el miedo respirando. Por muy difÃcil que parezca, hay que procurar mantener la calma delante de los pequeños. Y una de las maneras más eficaces que hay es a través de unos simples ejercicios de respiración. Además es una actividad que podéis hacer juntos.  Idealmente, esto se convertirá en un hábito que tu hijo adoptará incluso cuando tu no estés cerca.
¿Tus hijos sienten los mismos miedos que tú?