
Es la obligación y el derecho de todo padre o madre el cuidar de sus hijos, pero es algo que no podemos estar haciendo las 24 horas, por mucho que nos gustarÃa que asà fuera. Por eso la prevención, junto a la educación, son tan importantes.
En cuestión de seguridad en juguetes, menos es más. Es mejor que nuestros pequeños tengan menos juguetes pero de la mejor calidad que un montón de juguetes de materiales de escasa confianza que tienen mucho puntos para acabar rotos.
Hasta los 3 años, llevarse cosas a la boca y succionar es un acto reflejo, asà que lo mejor es que no tengan peluches con pelo largo a su alcance. Elige peluches de pelo corto, mejor de felpas o telas lavables, y bien cosido. Tira de ellos y pruébalos hasta convencerte; tus hijos van a pasar mucho tiempo con sus juguetes y no todo el rato bajo supevisión.
Las muñecas pueden parecerse entre sà a un primer vistazo, pero no todos los plásticos son de la misma calidad ni tienen las mismas caracterÃsticas. Elige muñecas fabricadas con plásticos blandos y comprueba que los ojos estén bien adheridos, para que no puedan suponer un peligro durante una futura batallla de peluches entre hermanos.
La mayorÃa de los psicólogos coinciden en que no se debe educar el género sino la persona, asà que no pasa nada si tu hijo quiere jugar con una Nancy o si tu hija prefiere darle patadas a un balón en lugar de sorbitos a una taza de té imaginario. Durante la infancia exploramos muchos roles diferentes, simplemente en busca de información.
Vigila la complejidad de los juegos. Está bien educar aprendiendo, pero el cerebro de un niño debe procesar mucha más información al dÃa que el de un adulto, toda nueva, y por tanto debe desconectar más a menudo. No hagas de los juegos una forma de presionar la educación de tus hijos, déjales disfrutar de esos momentos que tanto necesitan.
TodavÃa queda mucho por descubrir sobre el funcionamiento del cerebro humano, pero tras derrumbar el mito de que solo utilizamos el 10%, el siguiente paso ha sido confirmar el papel esencial de la imaginación.
Cuanto más de fantasÃa haya en los juegos de tus hijos, mayor capacidad de comprender realidades complejas y abstractas tendrá en el futuro. Es muy importante que durante los 3 primeros años, los juguetes les estimulen a imaginar, que no se lo den todo hecho.
Conforme crezcan, la estructura de sus juegos se volverá más compleja. Es el momento de empezar a compartir con ellos el proceso de selección de los juguetes y hablar sobre los valores que les aportan. Al principio es todo juguetes de encajar y peluches, pero no todos las muñecasa ni coches de carreras transmiten la misma imagen.
Comparte con ellos por qué eliges unos juguetes en lugar de otros, y déjales participar. No les censures inmediatamente si no estás de acuerdo con su elección; mantente firme pero explÃcales el por qué. Puedes empezar a llevarlos contigo a comprar juguetes a partir de los 6 años, pero si los regalos los traen Los Reyes Magos quizás quieras esperar y dejarles disfrutar de su infancia un poco más.