
Ocho de cada diez entrevistados (81,3%) valora con las máximas puntuaciones (9 y 10) el concepto del ‘juguete responsable’, en cuanto que consideran como “innegable” la responsabilidad moral parental.
Por lo tanto, si el juguete es responsabilidad de los padres, difÃcilmente se le pueden pedir responsabilidades a los fabricantes, cuya responsabilidad terminarÃa en el momento de la compra. Si bien se mantiene la responsabilidad del fabricante en cuanto a la calidad del producto, en este caso el juguete.
Los padres opinan, no obstante, que existe una cierta responsabilidad del fabricante con los consumidores, en el terreno de la comunicación publicitaria.
Los expertos, por su parte, definen un juguete responsable al que reúne cinco caracterÃsticas fundamentales: que es divertido y atractivo para el niño, que facilita el desarrollo y que promueve valores positivos, que fomenta la salud fÃsica, mental y emocional, que es respetuoso con las personas y el medio ambiente y que se produce de manera ética y rentable.