
¿Recuerdas tu juguete favorito de la infancia? No importaba que fuera una muñeca, un osito de peluche o un soldadito de plástico, era tu juguete favorito y lo querías más que a nada en el mundo. Lo que quizás no sepas es cómo influyó en tu educación y cómo, a pesar de los años, los juguetes siguen ayudando a potenciar capacidades y habilidades en tu hijo que le preparan para la vida futura. En The Toy Blog te explicamos por qué son tan importantes los juguetes en el desarrollo del niño.
Los expertos coinciden: los niños aprenden a través del juego y el juguete es la herramienta que les permite conocer el mundo que les rodea. Por eso, es necesario que desde pequeños interactúen con el medio a través del juguete. Además, les proporcionan momentos de ocio y felicidad, un plus para la construcción de su autoestima.
Ahora bien, los padres debemos dejar total libertad al niño para decidir con que juguetes jugar y cómo crear su momento de juego. De otro modo, estaremos limitando el desarrollo que proporciona el juguete en el niño y que se resume en cuatro tipos: motor, emocional, social y cognitivo.
Desarrollo motriz
El juguete proporciona actividad física al niño, hace que ejercite sus habilidades motoras finas y gruesas. Colorear o vestir y desvestir muñecas, por ejemplo, favorecen la coordinación tacto-vista (motora fina) mientras que los correpasillos, triciclos, coches, etc. ponen en funcionamiento su fisionomía (motora gruesa), fortalecen sus brazos y piernas y desarrollan su equilibrio y coordinación al tiempo que proporcionan estabilidad psicológica y evitan la obesidad inculcando hábitos de vida saludable.
Desde la cuna, además, el bebé aprende a utilizar pies y manos para descubrir formas, colores y sonidos a través del juguete. Una vez aprende a sentarse o gatear, le incitan a realizar acciones. Por ejemplo, si el juguete favorito de tu hijo está fuera de su alcance, esto hará que el niño se mueva usando sus músculos para poder cogerlo.
Desarrollo emocional
A través del juguete el niño exterioriza e interioriza sus emociones y sentimientos a la par que potencia su creatividad. Bien sea con juegos de rol en los que interpreta personajes (los disfraces, son un ejemplo) o bien sea con muñecos/muñecas que le permiten plantear situaciones imaginarias cercanas a la realidad (jugar a las casitas, a la granja, al hospital) o inventar mundos fantásticos que le llevan a la abstracción (figuritas de acción, universos de ciencia ficción). La capacidad de generar juegos simbólicos revela una personalidad madura, capaz de crear sus propias reglas sin que un adulto se las diga.
A esto hay que añadir que los adultos tendemos a identificar juguete con ‘lo que venden en la juguetería’ pero para el niño ‘juguete’ es el objeto que incluye en su juego. Esto puede ser desde un objeto de verdad (llaves de verdad, cacerola, rollo de papel higiénico, etc.) hasta un material (arcilla, plastilina, pintura). Instrumentos que le enseñan a tomar decisiones ya que les impulsan a ‘dejar volar su imaginación’ para construir el juego.
Desarrollo social
Además de ser una excelente herramienta para desarrollar el lenguaje, el juguete enseña normas de socialización y comprensión de la sociedad en la que el niño vive. El juguete invita al niño a la interacción, primero con los adultos y después con sus iguales. El simple hecho de jugar con otro niño, le enfrenta con una situación en la que tiene que aprender a respetar, cooperar y compartir. Sin embargo, el aprendizaje con el juguete va más allá, porque motiva al niño a tomar la iniciativa, discutir, negociar, llegar a acuerdos y le impulsa interiormente a autocontrolarse y saber organizarse.
Desarrollo cognitivo
Los juguetes que promueven el desarrollo cognitivo estimulan la atención y capacidad de concentración, la memoria (los juegos de mesa) y la habilidad para resolver problemas de un modo creativo, un elemento que es clave en la posterior autonomía del niño (los juguetes de construcción). Además, les acercan al aprendizaje de las matemáticas y las letras de un modo divertido.
¿Sabías que los juguetes son tan importantes en el desarrollo del niño?