
Las tareas domésticas son una de las responsabilidades más tediosas que tenemos que asumir en el día a día. Nos agobian, el esfuerzo que suponen no está apenas recompensado y en ocasiones, son foco de discusión en el seno familiar. Por el bien común en casa, es importante que todos contribuyan. Sin embargo, ésta no es la única razón por la que se debes compartir tareas con tus hijos.
El principal motivo es que favorece su desarrollo personal: mejora su autoestima, les hace independientes, etc. Además, el sentido de la obligación hay que fomentarlo desde que son pequeños. Si quieres que tu hijo sea responsable en el futuro, deberá ‘aprender a ser responsable’. No es difícil, sólo tiene que ir asumiendo sus pequeñas obligaciones.
Desde muy temprana edad, los niños son capaces de coger y dejar objetos pero a partir de los 3 años, es cuando comienzan a entender órdenes. Éste es el momento ideal para empezar a ‘hacer responsable’ a tu hijo. Asígnale tareas relacionadas con su mundo, por ejemplo: vestirse y desvertirse solo, recoger sus juguetes… y poco a poco, introdúcele otras comunes (poner y quitar la mesa, regar las plantas) Eso sí, Mejor que tenga pocas pero a diario, que muchas y vez en cuando.
En este sentido, la madurez del niño también es importante. Debemos conocer a nuestro hijo y pedirle cosas que sepamos que puede realizar. De lo contrario, el niño sentirá que fracasa y minaremos su autoestima.
A la hora de compartir tareas con niños también entra en juego la actitud de los adultos. Sin duda, tendrás que tener mucha paciencia porque en un principio tu hijo se pondrá la camiseta del revés, echará agua en el suelo, etc. pero en esos casos, no le grites, explícale con tranquilidad cómo hacerlo bien y anímale a volver a intentarlo.
También es importante que le dejes un tiempo considerable para hacer sus tareas. No le agobies, si está haciendo otra cosa, espera que termine antes de mandarle otra y si ves que tiene problemas para resolverla, espera a que él busque la solución. Si no, se acostumbrará a que le den todo hecho.
Del mismo modo, reconoce su esfuerzo y participación cuando haga las cosas de un modo correcto. Además, entiende que lo principal, no son los resultados sino la buena disposición del niño. Si ha recogido sus juguetes pero uno no está en lugar correcto, felicítale por haber recogido aunque no lo haya hecho del todo bien. Motivarle es clave.
Ahora bien, ¿qué debes hacer si el niño se niega a realizar sus tareas? Lo primero, razona con él. Cuéntale las ventajas de colaborar. Explícale que cuanto antes lo haga, antes podréis jugar, así verá que si las obligaciones se resuelven rápido, tendrá más tiempo para hacer otras cosas que le interesen. Además, si es pequeño, recurre a canciones o juegos para hacer más amena la actividad. Por ejemplo, puedes sugerirle echar una carrera para ver quién es el primero en poner todos los juguetes en su sitio y si está cansado o enfadado, muéstrate flexible sin dejar que te tome el pelo. Debe entender que existen prioridades y que si su cuarto está desordenado y hay peligro de tropezarse con las cosas, se debe recoger inmediatamente.
A medida que crezca, ve cambiando esta estrategia por la de explicarle los grandes beneficios que tiene asumir tareas domésticas. Las principal ventaja es que favorece su desarrollo personal en los siguientes aspectos:
Desarrollo de la autonomía: Si el padre no le da todo hecho al niño lo convierte en un sujeto más maduro, capaz de ser autónomo e independiente. Cualidades muy buenas en la edad adulta.
Fomento del autoestima: Si el niño ve que se confía en él e incluso es ‘casi un héroe’ para su familia se sentirá valorado, aunque tenga que hacer un esfuerzo por ello.
Integración social: Convertir a tu hijo en una persona responsable desde pequeño le ayudará a ser más trabajador. Además compartir tareas con la familia le hará entender los beneficios del trabajo en equipo.
Valor del trabajo: Al tener responsabilidades, el niño sabrá valorar lo que cuesta hacer las cosas y respetará el esfuerzo y trabajo que asumen los demás.
En cualquier caso, tu hijo no aprenderá los hábitos domésticos de la noche a la mañana. Ten paciencia. Cada pequeña meta que consiga y repita, será un gran triunfo. Tómatelo así.
¿Estás de acuerdo? ¿Los niños deben asumir pequeñas tareas domésticas?