
Cuando nosotros éramos niños, solíamos llegar del colegio, merendar, ponernos ropa cómoda y lanzarnos a la calle o al parque a jugar hasta la hora del baño o la cena. Hoy, sin embargo, nuestros hijos apenas se mueven.
Están tan conectados a la televisión, el ordenador o los video-juegos y tienen tantos deberes y actividades extra-escolares que la falta de ejercicio les conduce al sedentarismo y la pasividad.
UNICEF reconoce que el deporte y los juegos son un derecho del menor.
Naciones Unidas recomienda el deporte para el desarrollo y la paz.
Sabemos que la práctica habitual del ejercicio físico es fundamental para su crecimiento y desarrollo y que los beneficios físicos y sociales que obtienen al hacer deporte incluyen una mejora del equilibrio, el desarrollo de la auto estima y el trabajo en equipo, entre muchos otros. Entonces, ¿por qué no le damos la importancia que merece? Aquí van algunos consejos e ideas divertidas para que tu hijo se divierta, crezca sano e integre el deporte y el ejercicio físico como hábito natural.
Caminar – puede sonar aburrido pero es uno de los ejercicios más completos que existen y uno de los más fáciles de integrar en la vida diaria. Los beneficios físicos que obtenemos al caminar incluyen el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad. A nivel social, caminar otorga un sentido de libertad y eleva la autoestima. Entre semana, aprovecha para caminar juntos al parque, al cole o por el barrio. Enséñale a disfrutar del ritmo lento al pasear, de descubrir cosas nuevas que desde el coche no se aprecian y aprovecha para inculcarle un sentido de la orientación. Caminar te permite jugar a diferenciar izquierda de derecha, a contar el número de pasos o calles y a reconocer edificios o referencias cercanas a casa.
Montar en bici – No solo es divertido sino una buena forma de hacer ejercicio. Además se puede empezar a una edad muy temprana. Ayuda a mejorar la coordinación y el equilibrio y evita el sobrepeso y el sedentarismo. Montar en bici también ayuda a mejorar la disciplina y a ser conscientes del entorno que nos rodea. Ya sea en el parque cercano a casa o en el campo, darle a los pedales es una actividad divertida para toda la familia.
Deportes en equipo – Los deportes en general ayudan a los niños a aprender a seguir las normas, sobre todo cuando se practican en equipo. De manera directa, los niños aprenden a trabajar en equipo y a descubrir la importancia de confiar en los demás y de que los demás confíen en ellos. La disciplina, el trabajo en equipo, el liderazgo, la solidaridad y la tolerancia a la frustración están íntimamente ligados a jugar en equipo ya sea practicando fútbol, baile, gimnasia o atletismo. Lo importante es ayudarle a encontrar un deporte que le guste.
Natación – Nadar, a cualquier edad, es uno de los ejercicios más completos que hay. Estimula la circulación sanguínea, aporta resistencia cardio-pulmonar, mejora la postura corporal y desarrolla la flexibilidad. Además de ser divertido, nadar beneficia la auto-estima y favorece la relajación y la descarga de la tensión y los nervios acumulados entre semana. Ya sea en la playa o en la piscina, es importante que tu hijo aprenda a nadar y a disfrutar del agua porque es una habilidad que nunca se olvida y resulta necesaria porque te puede salvar la vida.
Para más información, el Ministerio de Sanidad ha creado una guía de recomendaciones para padres y madres acerca de la importancia de la actividad física. Sea cual sea el deporte de elección, es importante compartir con ellos el gusto por el ejercicio y demostrarles que con esfuerzo y disciplina, vienen grandes satisfacciones y recompensas.