
Si tienes más de un hijo habrás escuchado infinidad de veces las frases: “¡Ha empezado él/ella!”, “No me deja su juguete”, “Mamá, dile que se calle”. Las peleas entre hermanos provocan en los padres una sensación de impotencia que en ocasiones se nos antoja difÃcil de gestionar. Más, si uno de tus hijos tiene una personalidad desafiante y por norma general, no quiere ceder el control o asumir la responsabilidad frente a su hermano. ¿Cuál es la solución a esta situación? Los padres solemos adjudicarnos el papel de árbitro, tratando de recuperar la paz en casa, pero hay métodos para erradicar el problema antes de que comience la discusión. ¡Te los contamos!
Antes de empezar a buscar una solución para las peleas, debes plantearte si alguno de tus hijos tiene un Trastorno de Oposición Desafiante. Estos niños tienen mucha dificultad para tolerar su frustración y pelean constantemente para hacerse con el control de la situación. Para ellos, es impensable ‘ceder’ frente a sus hermanos, molestan deliberadamente porque están aburridos o se sienten mal consigo mismos y son incapaces de asumir responsabilidades, culpando a los demás de sus problemas.
Puede, sin embargo, que simplemente tengas un hijo con fuerte carácter, que se comporte del modo que hemos descrito en los párrafos anteriores y con el que sea muy difÃcil negociar. En estos casos, los padres tendemos a dirigirnos al otro hijo para que solucione la pelea, ya que sabemos que hay más probabilidades de que nos escuche, maneje la situación y resuelva el problema con su hermano. ¿Es esto lo correcto? Definitivamente, no. Esta solución ‘fácil’ de pedir al que “cede siempre”, que vuelva a ceder, puede provocar en tu segundo hijo sentimientos de rencor hacia su hermano y enfado contigo por tener que ser siempre el responsable de resolver el conflicto.
5 consejos para resolver peleas entre hermanos
Lo ideal en enseñar a tus hijos a solucionar las discusiones o diferencias de opinión por su cuenta. Sin embargo, si uno de los niños tiene fuerte carácter o Trastorno de Oposición Desafiante, en un primer momento será difÃcil razonar con él y la misma desesperación que sientes tú cuando tratas de disciplinarlo, la experimentará tu otro hijo. La cuestión es enseñar a ambos niños habilidades para afrontar eficazmente la situación. Estas son algunas cosas que les ayudarán:
Enseña a tus hijos a evitar el conflicto.
“Más vale prevenir que curar”. Enseñar a tus hijos a detectar cuando va a comenzar la pelea es el primer paso para que la solucionen antes de que comience. La clave es racionalizar la situación. Por ejemplo, pregúntale a uno: “¿Qué hace tu hermano cuando empieza a enfadarse?”. Probablemente, tu hijo te responderá: “Me grita y me señala”. A continuación, dile: “Cuando veas que se pone asÃ, es que va a comenzar la discusión. Lo mejor es que te vayas de la habitación y trates de “ganar” la pelea más adelante cuando esté calmado”.
Hazles poner lÃmites
Tus hijos (y en especial tu hijo “desafiante”) deben saber que todo el mundo tiene derecho a su espacio fÃsico y emocional. Debes dejarle claro que si está provocando a su hermano ‘a posta’ con palabras o acciones, él/ella tiene derecho a defenderse o a irse. Y si insiste y le sigue, está cruzando una frontera. Una frontera en la que padre/madre deberán intervenir en favor de su hermano y no de él, ya que él ha perdido toda la razón al cruzar el lÃmite establecido y no tener la voluntad de solucionar la discusión.
Felicita al niño que soluciona la pelea
Si uno de tus hijos es el que siempre se aleja de la pelea o negocia con su hermano, asegúrate de elogiarle o reconocerle con palabras positivas esos intentos de llegar a un acuerdo. Aprender a sobrellevar y resolver problemas es parte de crecer y madurar. Debes reforzar esa idea valorando la buena predisposición de tu hijo.
Muéstrales las consecuencias de sus actos
Si uno de tus hijos pega a su hermano o coge algo sin consentimiento, asegúrate de que vea las consecuencias de lo que ha hecho. Por ejemplo, si Juan rompe un juguete de Sandra, Juan tendrá que comprarle otro. Si no tiene dinero para pagarlo, Juan deberá darle otro juguete o algo que valore mucho a su hermana. De esta forma, Juan verá que está pagando un precio por su acción y Sandra se dará cuenta que hay “justicia” en su casa.
Descubre las causas de las discusiones
Analiza las peleas. Debes saber cuáles son las causas que normalmente provocan las discusiones. Una vez que las sepas, cuéntaselas a tus hijos y hazles ver qué molesta al uno del otro y viceversa. De este modo, sabrán de antemano qué no deben hacer para enfadar a su hermano y cómo solucionarlo en el caso de hacerlo. Además, en el caso de tu hijo con fuerte carácter, enséñale a manejar su ira o sus emociones para poder tener recursos para controlarse.
¿Qué hacéis vosotros para solucionar las peleas entre hermanos?