
“¡Mamá, me aburro!” ¿Cuántas veces habremos escuchado esto? Tres simples palabras que nos hacen sentir tan malos padres e incluso culpables que intentamos arreglarlo organizando actividades, apuntándoles a clases extra escolares y dejándoles consumir entretenimiento pasivo. Esto, sin embargo, no es la solución. De hecho, que los niños se aburran es importante y necesario. La doctora, Teresa Bolton, experta en el impacto de las emociones en el comportamiento y el aprendizaje infantil, asegura que la idea de que los niños deberían estar constantemente entretenidos puede incluso dañar el desarrollo de su imaginación. Aquí te contamos por qué es bueno aburrirse y cómo puedes aprovechar esos momentos para criar a niños creativos, independientes y con mentes críticas.