
¿Tu hijo llora o tiene miedo “por todo”? ¿Se pone triste cuando ve a los demás pasarlo mal? ¿Se emociona demasiado con canciones, cuentos y pelÃculas? ¿Se muestra tÃmido en reuniones con mucha gente? Si has respondido sà a estas preguntas, quizás tengas un niño muy sensible. Pero no te alarmes, la alta sensibilidad es un grado normal de la personalidad humana. Se debe a una mayor actividad de la parte derecha del cerebro responsable del sistema nervioso. Un estudio de la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience realizado por la doctora Elaine Aron constató que entre el 15 y el 20% de los niños nacen con hipersensibilidad. Lejos de tratarlo como un estigma hay que enseñarles a ver que es una virtud.

Como padres, una de las peores situaciones a las que tenemos que enfrentarnos es a los berrinches en público. Los psicólogos infantiles advierten que la mayorÃa de los niños no tienen rabietas sólo por ser malos o manipular emocionalmente, sino porque gritar o llorar les sirve para expresar su rabia y frustración cuando no tienen vocabulario suficiente para explicar lo que sienten. Por lo tanto, ¿qué hay que hacer en estos casos?