A los niños les entusiasma el teatro. De hecho, ellos solitos pueden pasarse horas jugando a juegos de rol, donde imitan situaciones reales y aprenden a adoptar gestos, tonos de voz y vocabulario. Interpretar diferentes roles y ver como se manejan en situaciones distintas es parte del proceso de aprendizaje. Si además nosotros, como padres y educadores, les motivamos a crear sus propias historias o bien a utilizar obras de teatro existentes para niños, no solo estaremos fomentando su interés por la dramaturgia, sino les ayudaremos a desarrollar su capacidad de atención y su memoria, a trabajar en equipo y a tomar decisiones. Hoy jugamos al teatro y te contamos los beneficios que tiene.