
Al igual que los adultos, cada niño es diferente. Los hay tÃmidos, valientes, optimistas, metódicos, desorganizados, conciliadores, temerosos, extrovertidos… Estos rasgos de personalidad ayudan a definir quienes somos y generalmente tienen su raÃz en nuestra propia genética, factores ambientales y la influencia directa de nuestros padres. Sin embargo, hay niños cuya personalidad no tiene nada que ver con sus progenitores. Son sorprendentemente diferentes. Hay casos de padres extrovertidos con niños muy tÃmidos y al revés: niños que buscan el protagonismo teniendo padres que prefieren estar en un segundo plano. Pero, ¿qué ocurre cuando ser protagonista se convierte en soberbia o arrogancia? Si tu princesa se está convirtiendo en una pequeña diva, aquà van algunas sugerencias de cómo manejarla.