
El juego individual es bueno y necesario por lo que lejos de castigarlo debemos alentarlo, pero igualmente fundamental es que nuestros hijos e hijas aprendan a socializar y el funcionamiento de las reglas sociales. En esta ocasión, la práctica reina indiscutiblemente sobre la teorÃa, pero nada impide que les demos algunas herramientas con las que estar preparad@s para la jungla de asfalto.
Los juegos son el primer paso que nuestros hijos más pequeños abandonen la esfera de sus omnipotentes padres y empiecen a relacionarse con otros seres iguales que ellos. Al principio basta con organizar una play date con otros niños de la guarderÃa, primit@s o hijos e hijas de vecinos. Hazte cargo de que compartan sus juguetes con otros niños, y lo hagan de buen grado inculcándoles el valor de compartir. Tacaños y egoÃstas tienen más dificultades para establecer relaciones en la edad adulta.
Los cuentos que les leemos por la noche pueden que ahora salgan de un e-book pero siguen teniendo el mismo valor de toda la vida para ayudarnos a que nuestros hijos aprendan a escuchar. Tras el cuento o pelÃcula, habla con tus hijos sobre los problemas a los que se enfrentan los protagonistas y cómo han salido de ellos. Desarrollarás en ellos el hábito de empatizar con los demás e interesarse por sus cosas, un gran primer paso para iniciar cualquier relación humana. Querer ser el muerto en el entierro y la novia en la boda nunca da buenos frutos; saber escuchar sÃ.
Cualquier juego colectivo es bueno para mejorar la capacidad social de nuestros hijos e hijas, pero a partir de los 4 o 5 años podemos empezar con los juegos de mesa por turnos, los mejores aliados para desarrollar paciencia y respeto por los derechos de los demás. Es muy importante que las primeras veces juegues con ellos y estés pendiente de comportamientos tramposos, “mete prisas” o de mal ganar y perder. No es necesario que les lances un comentario crÃtico cada vez, pero muestra tu disgusto por su mal comportamiento y prémialos cuando lo hagan bien.
Uno de los momentos más crÃticos para todo padre o madre es el primer dÃa que sus hijos van a la guarderÃa y tienen que separarse de ellos por primera vez. Hay quien lo soporta estoicamente y quien cede ante las lágrimas, pero nuestro objetivo deberÃa ser quitarle importancia y transmitÃrselo a nuestro hijo como algo positivo. A esta edad, todavÃa entienden el mundo a través de nosotros y cómo lo afrontemos les afecta directamente.
La entrada en el sistema educativo es un gran acontecimiento y como tal debe ser celebrado. Hay que facilitar este paso determinante en la vida de nuestros hijos haciéndoles ver que se están haciendo mayores y que en la guarderÃa podrán jugar, aprender y hacer muchos amiguitos nuevos. Si papá o mamá están felices, el primer dÃa de guarde se convierte en algo genial y atractivo para ellos, marcando un inicio perfecto para una futura esfera social saludable.

Gracias a la última edición de Juegorama y a la infografÃa que publicamos hace pocos dÃas hemos podido aprender algo más sobre qué es un juguete responsable, pero más importante si cabe, hemos adquirido mayor conciencia de todo lo ello que implica.