
La Princesa PinyPon está muy emocionada. Esta noche va a celebrar un baile en su Palacio Real. Quiere que sea una gran fiesta donde no falte ni la comida, ni la música ni por supuesto la magia. Porque además de ser princesa, también es hada. Tiene una varita para hacer hechizos. Lleva semanas ensayando uno nuevo y está deseando enseñárselo a sus amigas PinyPon Princesas. Además, le han contando que hoy la luna está llena. ¡Es noche de encantamientos! Si besa a una ranita a las 10 en punto, lo más seguro es que se convierta en prÃncipe. Mientras termina con los últimos preparativos, le pedimos que nos enseñe el palacio habitación por habitación. Metemos el anillo corazón en la cerradura para descubrir el interior y la pillamos poniéndose guapa.
El vestidor
En su gran armario, la Pinycesa tiene muchos modelitos donde elegir. Esta noche, tiene dudas. “¿Me pongo falda o pantalón?”, nos pregunta. ¡Oh, qué princesa tan coqueta! No hay más que ver la cantidad de complementos que cuelgan de sus perchas. Al final se decanta por un vestido rosa que combina con su corona.
Justo a su lado, sobre una repisa, dan vueltas varitas de diferentes colores. Sus amigas, la PinyPon Hada Verde y la PinyPon Hada Morada, se las han prestado para la ocasión, nos explica. Cada una sirve para un tipo de encantamiento. Pero la anfitriona tiene claro que hoy llevará la suya. La guarda en una trampilla bajo el suelo, para que nadie la vea.
En el vestidor también tiene un ordenador. ¡Resulta que es una chica tecnológica! Le gusta mucho hacer manualidades asà que ha creado sus propias invitaciones para la fiesta, después las ha escaneado y las ha mandado por email. “Han confirmado asistencia la Princesa rana amarilla, la Princesa rana verde y la Princesa pelo naranja. ¡Son mis mejores amigas!”-dice-“Y también vienen Rapunzel, Alicia, Blancanieves y Caperucita, ¡lo vamos a pasar genial!”.
La torre
Ahora que la Princesa PinyPon se ha vestido, toca subir a la torre. Allà hay un espejo mágico pero no es como los de los cuentos de hadas. ¡Es diferente! “No necesito que el espejo me diga si estoy guapa. ¡Eso ya lo sé yo!”- comenta- “En realidad es un amigo que me recuerda la personalidad que tengo. Soy divertida, optimista, sé escuchar y me encantan las cosas creativas”.
Además nos confiesa que la torre es su guarida. Cuando quiere estar un rato a solas sube a leer, a tocar un instrumento o a dibujar. ¡Es un sitio genial!
La habitación
De pronto, parece preocupada. “¡Qué desastre!”-exclama-“Tengo que hacer la cama antes de que lleguen los invitados”. Parece que esta princesa sabe lo importante que es hacer sus tareas de la casa. Le han enseñado a responsabilizarse de sus cosas.
Sale disparada hacia su habitación y la seguimos corriendo. Al entrar vemos una rana sobre las sábanas que mira la televisión del techo con aire distraÃdo. ¿Cómo ha llegado hasta aquÃ? CROAC, CROAC, responde y la Pinycesa traduce: “Ha bajado desde el tejado por un túnel secreto“. ¡Qué ranita tan lista! ¿Será un prÃncipe disfrazado?.
El salón
Lo más grande del Palacio PinyPon es el enorme salón. Ideal para celebrar un gran banquete, extra largo para ser una pista de baile.
Primero montarán una mesa gigante donde se sentarán los invitados a cenar. El menú de esta noche suena delicioso: hay hamburguesas y batidos de chocolate aunque también han preparado ensaladas y pinchitos de fruta. “Espero que al PrÃncipe Glotón no le dé una indigestión”-dice la anfitiona- “Mi hermana, la Princesa Mayor, tuvo que rescatarle la última vez”.
Después de la comilona, empezará el baile. La Pinycesa se ha asegurado de alquilar unos grandes altavoces para que se escuche bien la música. Va a poner desde pop hasta rock and roll. Pero no quiere ser la única que decida las canciones, lo mejor es que entre todos elijan. ¡No hay que ser egoÃsta!
“¿Cómo acabará la fiesta?”, le preguntamos. La princesa, lo tiene claro: “Me subiré al trono real y haré mi nuevo hechizo”. Está segura de que va a dejar a todos con la boca abierta porque ha descubierto la forma de hacerse invisible diciendo una simples palabras mágicas. ¡Qué misterio! ¿Cuáles serán?
DING, DONG. Llaman a la puerta. Ha llegado el primer invitado. Es la Princesa flor en su Carroza real. Nos despedimos de la Princesa de Palacio con una sonrisa. ¡Estamos seguros de que va ser una noche genial!
 ¿Qué te parece el Palacio Princesas PinyPon? ¿Da lugar a que los niños dejen volar su imaginación?